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La celeste superó merecidamente al puntero de la Eliminatoria Sudaméricana. Con un buen primer tiempo, en el que se destacaron las actuaciones de Alvaro Pereira y Luis Suarez (más allá del gol de Diego Forlan), el equipo del Maestro Tabarez se fue al descanso 1-0. Luego, a los pocos minutos de iniciado el complemento, Diego Lugano conectó un centro y dejó a los guaraniés sin chances. Después de ese gol, Uruguay manejó el partido con naturalidad y no debió soportar mayores sobresaltos. Esto fue principalmente porque ni Cardozo ni Cabañas hicieron mucho, dejando el poco juego paraguayo en los pies de Haedo Valdez, que sintió la escasa compañia.
Tácticamente, el Maestro sorprendió. A pesar de que todos confiában en que jugaría con un 4-4-2 sin enganche, o al menos sin uno totalmente definido, la celeste se paró en la cancha con un 3-5-2 que incluía al Cebolla Rodriguez como enlace con los delanteros. De esta manera el equipo formó con Viera; Lugano, M. Cáceres y Godín; M. Pereira, Perez, Eguren y A. Pereira; Rodriguez; Suarez y Forlan. Con el partido controlado, se armó una línea de cuatro en el fondo con Bruno Silva de lateral derecho (Godín salió por una molestia y en su lugar ingresó Silva). ¿Volvió la garra charrúa?. Si es así, enhorabuena (como dirían los españoles), porque es algo que se andaba necesitando, ganar en el Centenario imponiendo respeto y jugando como hay que jugar. En la semana hay que viajar a Chile para enfrentar al equipo dirigido por Marcelo Bielsa. "Cuidate Bielsa, se viene la garra charrúa"
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Con el debut de Maradona como principal atracción, el equipo argentino no tuvo problemas en supera a una debil Venezuela. Luego de irse al descanso un gol arriba, con una buena combinación entre Tevez y Messi para que el jugador del Barça marque el primero, el inicio del segundo tiempo fue lo que destruyó las ilusiones del conjunto bolivariano. En sólo 6 minutos, primero Tevez y luego Maxi Rodriguez, Argentina pasó a ganar por tres goles y le puso un cierre al encuentro. Luego fue todo control del equipo de Diego, que manejó la pelota y tuvo en Mascherano al patrón de la mitad de cancha que hace facil lo dificil. El último, una acción individual del Kun, selló el resultado. Luego hubo tiempo para que ingrese la Bruja Verón, que tuvo medio estadio que lo aplaudía pero también medio estadio que lo silbaba.
¿Será una nueva actitud de un equipo que en las actuales Eliminatorias se mostró muy pechofrío? Esperemos que si, aunque todos sabemos que la selección borravino no es rival para medir fuerzas. Ahora hay que ir a la altura de La Paz y ver si los chiquitos se quedan sin aire y, principalmente, si la pelota dobla (?).