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Si hablamos de situaciones bizarras en el deporte, muchas veces nos debemos remitir al hermoso torneo uruguayo de fútbol. Un torneo que tiene una definición que pocos entendemos. Ya lo expliqué en un post del año pasado y realmente fue muy dificil explicar como se define el fútbol uruguayo, ese deporte distinto que tanto amamos. Hoy se jugó un partido de un (1!!!) minuto más cuatro de descuento.

Resulta que el 20 de marzo pasado jugaron Cerrito y Fenix. El partido se disputó en el Parque Maracaná, estadio de Cerrito, y estaba empatado en un gol hasta el minuto 88'. Pero se dieron los hechos que vienen a cuento de lo que conte en el primer párrafo. Fenix hizo un gol y a la hinchada auriverde no le gustó que le ganen en el último minuto y en su estadio.

Por eso decidieron razonablemente (?) tirarle unas piedras al golero de Fenix. Al arbitro Darío Ubríaco no le quedó otra que suspenderlo y darlo por terminado. Todos se fueron a sus casas esperando que se le diera por ganado el partido al que tuvo al arquero al que cagaron a piedrazos agredido y además iba ganando. Pero no todo funciona tan facil en el fobal uruguayo.

El Tribunal de Penas determinó que ese minuto (más los 4 que ya había agregado Ubríaco) debía jugarse. Y hoy se jugó el partido. Si, como escribio Diego Muñoz en 180, "Cerrito y Fénix irán hasta la cancha, se cambiarán, calentarán y saldrán al campo de juego para jugar un minuto".

Dice la crónica de El País: "Los cinco minutos de juego mostraron dominio auriverde, pero la buena defensa de Fénix permitió que el tanteador no se modificara".

Una demostración empírica de que el fútbol uruguayo es el deporte más hermoso del mundo...