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Esta semana se conoció el primer ascendido para el próximo torneo uruguayo de primera. El Tanque Sisley, hermoso nombre si los hay, le ganó a la Institución Atlética Sud América y se ganó el lugar en la máxima categoria del mejor deporte mundial, el fobal uruguayo.

Como todo en Uruguay, la definición del torneo de la B también tiene sus detalles a remarcar. El campeón de la Tabla Anual, en este caso El Tanque, sube directamente a primera, sin importar si ganó o no el Apertura o el Clausura. Y esta vez sucedió eso. El verdinegro fue quien más puntos sumó en toda la temporada, pero no ganó ninguno de los dos torneos disputados. Esos equipos, Miramar Misiones (Ap.) y Bella Vista (Cl.) disputarán una final por el segundo ascenso. El perdedor jugará un playoff con el 4º, el 5º y el 6º para definir el tercer cupo para la primera.

Además siempre están esas rarezas del fobal oriental. ¿Vieron cuando sube el arquero en el último minuto a cabecear? ¿Nunca les pasó por su cabeza la posibilidad de que quede el arco libre ante un rebote? Bueno, acá pasó eso. El golero de Sud América, Nicolás Medina, fue al área rival en el minuto 94, con el partido empatado en dos goles. Necesitaban ganar para entrar a los playoffs. Pero tuvo tanta mala suerte que el rebote cayó en los pies de Atilio Álvez, delantero de El Tanque, y el morocho la dominó, cruzó la mitad de cancha y le pegó al arco. Gol, 3 a 2, y ascenso para los verdinegros.

Lo que queremos destacar desde este blog, más allá del resultado y el consiguiente ascenso, es la crónica del colega Marcelo Tasistro en La Diaria del miércoles. Cito textual algunas partes:

"(...)Las canchas de la aguerrida divisional B siempre son de rompe y raja. No hay un mango partido al medio. Hay lija, señores; escofina, garlopa, abundante boquilla. Hay un ruido de batucadas macanudas y retumba cada tanto un pororó de santas palabrotas. (...)

(...) Entonces la escuadra naranja quemó las naves. Se fue Medina, el arquero, a intentar un cabezazo mágico en área enemiga. ¡Para qué! Quedó pagando y entró a correr desesperado.

La réplica del Tanque fue una cuchillada que puso los pelos de punta. Al negro Hehla parecía que lo corrían los leones. Pero Atilio Álvez, frío como un revólver, hizo el gol más largo del mundo. Pegó el zurdazo apenas cruzó el mediocampo y mientras rodaba la esfera de viento, pastito a pastito, caían los veteranos fulminados en las trincheras.

A las cinco de la tarde, la pelota iba girando en cámara lenta, empujada con el aliento colectivo y el temblor en las gargantas.

Cuando por fin explotó el 3-2 reventó la alegría. La calesita del sudor, un mundo de abrazos, un restallar de emociones, vuelta olímpica, sensaciones raras, un refucilo de pólvora con mar de fondo. Vuelve El Tanque, porfiado, ruidoso, entre cañonazos y corazones locos."

Sublime. No hay palabras. O si: deja de endrogarte Tasistro!!!