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Finalmente, y luego de varios meses de debate, quienes apoyaban una posible reelección de Tabaré Vázquez desistieron de seguir juntando firmas de cara a las elecciones de octubre.
La idea que tenía el Movimiento Reeleccionista, como se hicieron llamar, era juntar las 250.000 firmas necesarias para hacer un referendum con vistas de modificar la constitución para que Tabaré pueda ejercer un nuevo mandato entre 2010 y 2015.

Jorge Brovetto, presidente del FA, aseguró ayer que el 7 de marzo se informará formalmente esta decisión y se le entregarán a Vázquez las 100.000 firmas que hasta ahora se consiguieron. A pesar de que tabaré siempre se mostró contrario a esta posibilidad, cuatro ministros, tres diputados, y diversos funcionarios firmaron por el referendo.

El tema tiene dos conceptos para analizar. Uno es el plebiscito. Este elemento legal es parte de la democracia uruguaya. Se plebiscitó la Ley de Caducidad (1989-se aprobó la ley), las privatizaciones de empresas públicas (1992-siguen siendo estatales) y hasta la privatización del agua corriente (2004-sigue siendo estatal). Se usa, o al menos se intenta usar, como una manera de usar a la democracia directa en las decisiones políticas. (Acá hay un trabajo sobre el tema hecho por la Universidad de la República)

Otro tema es la reelección en si misma. En 1971, un grupo de colorados logró que se vote por la reelección de Jorge Pacheco Areco. Al mismo tiempo (el mismo día) se votó por modificar la constitución y por dos candidatos: Pacheco en caso de que sea aprobada la reforma, y Juan María Bodaberry en caso de que no se llegara a las 600.000 votos requeridas.
Como muchos saben, no se llegaron a los votos, Pacheco ganó pero al no reformarse la carta magna el que asumió fue Bordaberry. Después ese personaje terminó entregando el poder y llegó la dictadura cívico-militar, los desaparecidos, las torturas y el terror.