Primero fue "el asado del Pepe", un corte más barato impulsado desde el ministerio de Ganadería. Una murga decía que para poder comerlo había que hacerle una lipoaspiración. Nunca lo probé, por lo cual prefiero no comerme puteadas de los tupas comentar sobre el mismo. Después fue "el traje del Pepe", ese que se compró para la campaña presidencial (detalle: a pesar del traje, sigue usando sus zapatos marrones gastados).
Ahora el tema es "el sueldo del Pepe". Todavía no está en todos los medios, pero desde este blog te lo anticipamos (?). Resulta que Mujica no va a cobrar los $ 250.000 uruguayos ($ 50.000 argentinos) que corresponden a su sueldo como presidente, sino que va a cobrar sólo $ 32.000 uruguayos ($ 6.400 argentinos). El MPP descuenta un porcentaje de los sueldos de sus dirigentes para sostener al partido y ayudar a muchos militantes. También lo hacen otros partidos, como el Partido Comunista y la CAP-L de Fernández Huidobro.
Según el diario Últimas Noticias, en el caso del MPP, de los $ 32.000 que les quedan en la mano luego de volcar el 15% de sus ingresos al Frente Amplio (FA) y el resto al MPP, deben aportar $ 3.000 al Movimiento de Liberación Nacional (MLN-T).
"El MPP divide los recursos que obtiene de los cargos jerárquicos entre el Fondo Raúl Sendic y los gastos de funcionamiento y campaña. De las retenciones a cada jerarca, se vuelcan $ 5.000 para el Fondo, que los utiliza para otorgar préstamos a pequeños emprendedores y a personas de escasos recursos que necesitan un “impulso” para iniciar un proyecto. La única garantía que se exige, es la palabra", aseguran desde el partido. El resto de los recursos son para mantener la sede, gastos de funcionamiento y para financiar los actos y la campaña, que según las fuentes “se lleva la mayoría del dinero”.
Sólo para contar otro caso, en el Partido Comunista descuentan mucho más. El tope es de $ 16.500 uruguayos ($ 3.300 argentinos) para todos los altos funcionarios. Los comunistas utilizan la mayor parte de sus recursos para financiar la deuda asumida a comienzos de la década de 1990 cuando se produjo la crisis del sector. “Nos quedamos con las deudas y sin los cargos y hasta ahora pagamos para que nuestros compañeros no se quedaran sin sus casas, que habían hipotecado para hacer campaña”, indicó a Ultimas Noticias el secretario general del sector y senador Eduardo Lorier.
Varios de estos partidos están pensando en subir los topes, ya que creen que grandes cuadros políticos prefieren estar en la actividad privada antes que tener que entregar parte de su sueldo. Un ejemplo para muchos políticos de este lado del Río de La Plata.
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