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Maria Estela Martinez (Isabelita Perón) tiene desde ayer un pedido internacional de captura dictado por el Juez Federal de Mendoza Héctor Acosta. La ex presidente debe declarar por los hechos ocurridos durante su mandato con respecto a las violaciones de los derechos humanos.
Para los extranjeros: en este país primero fue durante un gobierno elegido por el pueblo donde se persiguió, mató y torturó (1974-76) y luego lo hizo de manera más cruel la dictadura encabezada por Jorge Rafael Videla (1976-83).

Los implicados en esta causa son, además de la viuda del Generál Juan Domingo Perón, Antonio Cafiero y Carlos Ruckauf. En el caso de Cafiero, su edad lo haría merecedor del beneficio del arresto domicialiario. El ex Ministro del Interior, Senador, Vicepresidente, Gobernador de Buenos Aires y actual Diputado Nacional Ruckauf, tiene el derecho de hacer uso de sus fueros y negarse a declarar. El Juez Acosta espera que al menos se presente a contar su versión.

Isabel también tendrá su arresto domiciliario, aunque deberá primero ser extraditada a nuestro país. La Interpol está tomando cartas en el asunto y sólo espera que desde Argentina les den el visto bueno.

Las violaciones a los derechos humanos que investiga el Juez Acosta eran en un principio llevadas a cabo por la fuerza paramilitar llamada Alianza Anti-Comunista Argentina (Triple A). Quien estaba al frente, según la opinión pública era José López Rega. Este señor fue el policía que más rápido ascendió en la Fuerza. Era íntimo del Generál y lo acompaño en el exilio español los últimos años. Cuando asumió Isabel, muchos dijeron que realmente era "El Brujo" (así lo llamaban a López Rega por sus "poderes" sobrenaturales) quién gobrenaba.
La Triple A persiguió a muchisima gente y sembró el miedo en la sociedad. Muchos de los exiliados se fueron del país en esa época ante las amenazas del grupo.
En 1975 fue desplazado de su cargo de Ministro de Bienestar Social y él mismo se tuvo que exiliar, con un cargo fantasma de Embajador Plenipontenciario de Argentina en ninguna parte.

El golpe de gracia, y la razón para llamar a declarar a Martinez de Perón, Cafiero y Ruckauf, fue la firma del decreto 261 del 9 de Febrero de 1975 que ordenaba "aniquilar la subversión". Muchos dicen que esto dió vía libre a los militares para luego llevar a cabo el golpe del 24 de marzo de 1976.