¡¡¡Esto es por las pasteras!!! (?)

Los problemas entre uruguayos y argentinos pueden empezar por cualquier cosa: la supuesta violación de un tratado bilateral por un río, la Cumparsita, el Dulce de Leche, las empanadas, el asado. Pero que todo empiece por un oso "amistoso" (?) me supera.

Para quien no lo sepa, durante un mes hubo una muestra de "United Buddy Bears - Cultura para la Paz" en la Plaza Independencia de Montevideo. Cada país, 144 en total, realizó una escultura que lo representa. Ayer comenzaron a retirarlos, aunque aún quedan algunos. Pero los problemas empezaron unos días antes de que la muestra fuera inaugurada por el presidente, Tabaré Vázquez, el intendente de Montevideo, Ricardo Ehrlich, y el embajador de Alemania en Uruguay, Bernhard Graf von Waldersee. El sábado 9 de Mayo, desconocidos agredieron a la estatua que representa a la Argentina tapando parte de la panza con aerosol negro. ¿El motivo? Que allí tiene dibujada la cara de Carlos Gardel (yo lo hubiera atacado por ser PRO (?), pero es otra discusión).

El oso está auspiciado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires

Gracias a un esmalte especial que tienen todos los osos, tan sólo lo limpiaron y quedó a nuevo para la inauguración oficial de la muestra. Pero quince días después volvió a ser agredido. Finalmente, y luego de que el propio artista que lo realizó se acercara a Montevideo para ver que había pasado, se decidió retirarlo y subastarlo. Esta muestra tiene dos fines: promover la paz y subastar los osos para obtener dinero para Unicef.

Problemas con el oso uruguayo
Pero no sólo hubo problemas con el oso gardeliano (?), sino con el propio uruguayo. Según los visitantes a la muestra, y buena parte de la opinión pública, el oso creado por Hiram Cohen, artista uruguayo radicado en Alemania, era "feo, feo". La idea era representar el "río de los pájaros pintados", que es el significado de la palabra Uruguay en el idioma guaraní.

(sin palabras...)

Finalmente, y luego de que Argentina donara un oso en blanco para que lo pinte el gran artista uruguayo Carlos Páez Vilaró, se reemplazó el oso odioso (?) que nadie quería. Ahora, en su nuevo destino, la muestra tendrá un oso uruguayo que al menos le gusta a todos.

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