Realmente no se va a saber del todo que paso en esa reunión. Oficialmente los jugadores tienen "miedo", aunque las malas lenguas, que en este caso parecen ser las acertadas, cuentan que si las familias no pueden entrar a las canchas por no ser socios ellos no jugarían.

Hacer una reunión, decir por lo bajo que se está ante la inminencia de una huelga, y finalmente tirar la pelota afuera no son actitudes que se entiendan. Si realmente tienen temor, no deberían postergar la medida sindical. Apoyar a los compañeros, en este caso los de Gimnasia de La Plata, no puede ser pasado para la semana próxima solo porque presionó Don Julio.

Como siempre, el show debe continuar y en este caso la pelotita tiene que seguir rodando por el verde cesped.

Se habla de: locales, socios, abonados, visitantes, quita de puntos, etcetera, etcetera. Este fútbol necesita un cambio. Esperemos que todo empiece por el sillón de la calle Viamonte porque ahí mismo reside el problema.

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